Adoptar la flexibilidad: cómo reducir la intensidad del entrenamiento mejoró mi consistencia física

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🏃‍♀️ Terminar mi primer maratón fue emocionante, pero también encendió un plan ambicioso para conquistar aún más distancia. Me inscribí en una carrera de 10 km solo dos meses después y planifiqué una progresión hacia otro maratón, pensando que el trabajo de velocidad en el invierno me prepararía para los éxitos de primavera y verano. Parecía una estrategia sólida, pero no sabía que la presión de esforzarme más constantemente provocaría una lesión inesperada.

La trampa del perfeccionista del fitness

Después de romperme un tendón de la corva, mi mundo de entrenamiento se derrumbó. Las carreras de tres horas se convirtieron en caminatas de 20 minutos y las intensas sesiones de gimnasio fueron reemplazadas por ejercicios de fisioterapia con resistencia mínima. Esta desaceleración forzada me hizo darme cuenta de cuán rígida se había vuelto mi mentalidad de fitness. No sólo me estaba recuperando; Estaba luchando con un enfoque de todo o nada para hacer ejercicio.

Me encontré saltándome incluso las sesiones más ligeras que ahora necesitaba, sintiendo que nada menos que mi rutina previa a la lesión no valía la pena. Esta mentalidad era insostenible y generaba frustración, fatiga y una creciente sensación de decepción. Sabía que tenía que dejar de lado esta mentalidad perfeccionista para sanar verdaderamente y mantener la coherencia.

Cómo dejar ir transformó mi camino hacia el fitness

Poco a poco comencé a replantear mi enfoque. Comencé a tratar incluso las sesiones cortas de fisioterapia con el mismo cuidado que antes reservaba para los entrenamientos más largos. Las programé como reuniones importantes, coloqué mi equipo la noche anterior y me concentré en la atención plena durante cada ejercicio. Con el tiempo, aprendí a apreciar el valor de actividades más cortas y menos intensas.

Este cambio no se trataba sólo de recuperación: se trataba de sostenibilidad. Descubrí que la coherencia con actividades más pequeñas y manejables es mucho más eficaz que los esfuerzos esporádicos y de alta intensidad. De hecho, las investigaciones muestran que incluso una caminata diaria de 30 minutos puede reducir significativamente el riesgo de enfermedad cardiovascular, y solo dos horas de entrenamiento de fuerza por semana pueden tener un impacto positivo en la densidad ósea.

Al adoptar la flexibilidad, reduje el estrés relacionado con mis entrenamientos. Aprendí a aceptar que algunos días exigen descanso y está bien. Como explica Amanda Perkins-Ball, PhD, “el progreso no siempre ocurre de manera lineal, así que acepte que los contratiempos son solo parte del viaje”.

Superar el perfeccionismo en el deporte

El perfeccionismo en el fitness puede ser perjudicial y provocar un aumento del estrés, el agotamiento y el sobreentrenamiento. Así es como puedes contrarrestarlo:

  1. Reflexiona sobre tu motivación
    Pregúntese: ¿Por qué hago ejercicio? ¿Es por competición, salud o disfrute? Conectarse con su propósito más profundo ayuda a mantener el equilibrio. Como señala Perkins-Ball, “los valores no se refieren a ser perfecto; darse cuenta de lo que es importante puede ayudar a lograr el equilibrio”.

  2. Establezca objetivos realistas
    Evite establecer objetivos demasiado ambiciosos de inmediato. Comience con metas manejables que generen confianza y mantengan la motivación. En lugar de sesiones diarias de gimnasio, intente realizar tres sesiones por semana. ¡Celebra las pequeñas victorias!

  3. Limitar seguimiento
    Si bien monitorear el progreso es útil, obsesionarse con él puede generar estrés. Establezca límites: no dedique más de cinco minutos a revisar los datos de su entrenamiento cada día.

  4. Practica la atención plena
    Utilice técnicas como la respiración basada en la coherencia para controlar el estrés y la ansiedad. Inhale durante cinco segundos y exhale durante cinco segundos: este sencillo ejercicio puede ayudarle a mantenerse centrado, incluso cuando cambien los planes.

La comida para llevar

Si se siente abrumado por el perfeccionismo del fitness, respire profundamente. Ya sea que necesites un día de descanso adicional, un entrenamiento más corto o solo unos minutos de movimiento suave, prioriza tu bienestar. Como nos recuerdan los expertos, la flexibilidad no es debilidad: es la base de un viaje de fitness sostenible y agradable.